Se pasó la mano por la cabeza llevando hacia atrás ese mechón de pelo rubio que con el viento le hacía como un latiguito en la cara.
Había llorado tanto y estaba tan cansada de que todos los días fueran oscuros que si quisiera volver a llorar no podría.
Se encontraba frente a un abismo.
Ante la desesperación había tomado un camino buscando soluciones y este camino la había llevado hasta aquí, un enorme abismo.
A centímetros de sus pies se encontraba el vacío.
Si quisiera dar un paso adelante solo podría caerse. O volar.
Sonrió imaginando qué bueno que sería volar. Pero no, no sabía volar.
Pero podría construir un puente.
Podría empezar a encontrar cosas en su vida que se conviertan en un puente para llegar del otro lado. Podría re-conectar, ligar, aunar...
Y así llegar al otro lado.
A ese lado en el que quisiera estar ahora.
Y así fue como empezó a desplegar su arte casi sin darse cuenta aún de su talento, de su creatividad y de su inspiración.
Un tiempo más adelante recordaría ese momento como el comienzo de todo.
De cómo fue que descubrió lo que hoy es su don.
Y hoy todos conocen su don. Y todos celebran ese don.
Porque aquel día que vio que podía construir un puente no se imaginaba con qué territorio la iba a conectar.
En ese entonces no podía ni fabular con esos paisajes y esas tierras en las que hoy, reina.
2 comentarios:
Vos sabés que descreo de ciertos mundos imaginarios, o a veces tan reales que dan miedo... Por suerte no dijo "hagase la luz", y espero ansioso saber ¿qué fue lo primero que creo para no sentirse solo? Besotes =).
Chris no hace falta ser maga para crear puentes. Lo hacemos todo el tiempo después de una crisis que te dejó en pelotas y paradito sin saber que hacer.
Ahí tenés dos opciones, o te quedás perplejo ante la destrucción o empezás a construir un puentecito que te lleve a un territorio diferente.
E´juna metáfora vió.
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