28 de julio de 2008

La plaza

Quedaron en encontrarse en la plaza del pueblo.
La plaza de este pueblo no era como las demás.
Por alguna extraña razón, carecía de vida, era fría, sombría.
Digo que la razón es extraña, porque los árboles que son solo tres son muy poco frondosos, por lo tanto no son ellos los responsables de tapar la luz solar.
Tampoco hay edificios altos que intercepten, el sol no llega a esta plaza.
Los ancianos no se reunen allí, los bancos de cemento son helados.
Los chicos que juegan allí, no quieren permanecer mucho tiempo, al cabo de unos minutos de estar en el sube y baja las manitos se entumecen del frío y se les van las ganas de jugar.
Los gritos y risas se apagan de repente y quedan serios mirando al piso.
Qué pasa en esta plaza? Por qué las flores no sobreviven?
El intendente anterior gastó fortunas intentando remodelarla, plantando cientos de flores de todo tipo que no duraron ni quince días. El intendente actual tiene otros planes.
Lo curioso es que tampoco hay leyendas que expliquen el fenómeno.
Nadie inventó una fantasía para explicarlo? No. Al parecer el frío de esta plaza es tal que ni siquiera atrae curiosidad o fantasía.
Podrían haber inventado historias de suspenso e incluso de terror que tanto atraen, pero no, nada.
Porque no es un frío tenebroso, no hay un clima de miedo o misterio como en un cementerio o una casa antigua y abandonada.
Es como si la indiferencia, la ausencia, lo apagado, lo olvidable, lo mediocre habitaran en esa plaza.
Por eso no es de extrañarse que nadie se reuna allí.
Los habitantes elijen otros puntos de encuentro, evitan la plaza. No se lo cuestionan, no les preocupa, simplemente no van.
Pero ellos se citaron allí. Y eso desencadenó una serie de interpretaciones con respecto al motivo del encuentro.

2 comentarios:

Christian dijo...

Como aquella plaza en Santa Fe con la hamaca en permanente movimiento. Salvando las distancias, hay cosas que mejor no explicarselas nunca... Merjo así.

Unknown dijo...

woooooow Marie, me sorprendes, este cuento es existencia pura...toda la lectura me sentía identificada con la plaza "yo soy plaza", pero con el final giré en 360 grados, olvidé mi sensación y entre de lleno al cuento...que loco...al final...me encantó!!!!!!