13 de junio de 2019

Responsabilidad Emocional

En las últimas dos semanas he tenido conversaciones con diversas personas acerca de lo que significa responsabilidad emocional.
Y sí, muchas de esas charlas comenzaban con la captura de pantalla de alguna respuesta esquiva o torpe de algún masculino.
A eso le seguía la furia que nos provoca, principalmente a las mujeres este tipo de "clavar el visto" o respuesta con emoji cuando aparentemente la comunicación venía fluída. Digo que nos pasa a las mujeres porque somos las que hablamos de esto. Yo no sé lo que les pasa a los varones porque no hablé con ningún amigo sobre el tema.
Entonces una supone.
Supone que no se ponen demasiado pendientes del whatsapp y de si la chica está en línea pero no leyó su mensaje y de qué hora es y de por qué ni siquiera lo vio.
Salvo personalidades un poco obse, al varón lo veo más propenso a justificar el "ghosting".
Entonces aquí es donde la comunicación se convierte en el tedioso teléfono descompuesto que existió siempre, pero que hoy con la accesibilidad de las redes lo hacen veloz, inmediato, compulsivo y aún más tormentoso.

A mí me fascina la auto observación.
No me resulta un trabajo o un esfuerzo, me gusta. No puedo ignorar que cuando algo me enoja o me saca de eje, más allá de permitirme la queja y andar como una loca rugiendo por ahí, preguntarme qué lógica está sosteniendo esto, qué parte de mí se siente taaan tocada para saltar así y si el otro me está diciendo algo que por caliente no estoy leyendo.

 Que las mujeres estemos hoy asumiendo y algunas recién descubriendo ciertos patrones de opresión o maltrato propios del machismo no nos exime de aceptar que todo ese tiempo lo estuvimos sosteniendo y avalando con nuestro silencio.
No se trata de encontrar culpables, identificar al malo y mandarlo a la hoguera.
La deconstrucción es para TODES!!

Yo vengo poniendo consciencia a mi particular forma de vincularme con el otro hace mucho tiempo ya. Lo primero que saltó a mi vista fue que muy pocas personas lo hacían (hombres o mujeres)

Cuando establecemos contacto con el otro, lo que vemos no es al otro. OBVIO.
Lo que vemos es el cúmulo de todas nuestras fantasías sobre el otro. Básico.
Esto es lo primero que tenemos que saber porque es así.
Entonces a partir de allí podemos empezar a conocer al otro e invitar a que el otro me conozca.
Bien. Genial. Esto es super claro entre dos personas CONSCIENTES de sí mismas, que se conocen bastante, que ejercen ese auto checkeo de cuando me estoy yendo al carajo y cuando intento retomar la coherencia.
Esto lleva toda la vida, corazones de mi vida.
No lo vamos a lograr poniéndonos como locas a atacar al machirulo hasta no verlo sangrar, llorar o explotar.
Si el pibe te estuvo vendiendo humo, podés indignarte, enojarte y expresar todo lo que eso te generó. Pero vos también lo compraste, porque seguís con el implante del amor romántico y toda la mierda esa.
Hay un estadío para odiarlo por eso, pero si no usamos esa experiencia con el señorito para ver lo propensas que somos NOSOTRAS a facilitar este tipo de jueguitos pelotudos, esto no cambia más. No se va a caer, no lo vamos a tirar y nos volveremos amargas y furiosas.
Y si los varones pueden ver que detrás de ese grito furioso hay una mujer (y todas sus ancestras) apaleada, maltratada y humillada demasiadas veces para soportar una vez más, si pudieran ver que detrás de lo bonitas y producidas que nos presentemos a la cita, detrás está la imagen de la sobreviviente, golpeada, manoseada, en harapos, con la cara hinchada de tanto llorar.

Todos y todas hemos sufrido con los vínculos.
No conozco a nadie que no haya sido abusado o haya abusado de alguna manera.
En nuestras manos está mirarnos con mayor empatía y saber que le estamos poniendo garra para poder, en algún momento, llegar a la caricia genuina.
En la que no haya un depredador y una víctima.
No neguemos el dolor. Hagamos el proceso que cada uno necesite para sanar.
Pero no sigamos permitiendo que el haber sido víctima nos defina como eternas víctimas.
Ni el haber abusado de la astucia y la manipulación nos convierta para siempre en eso.
No hay nadie que no anhele AMOR.
Dejemos de proyectarle al otro la responsabilidad!
Ese Amor con mayúsculas que todes anhelamos, no te lo trae un señor o una señorita.
Esa es la fantasía inmunda del amor romántico que nos funcionó como una inmensa interferencia para que no pudiéramos comunicarnos entre seres.
Relacionarnos, conocernos, el goce sexual, el amor, la amistad, el compañerismo.

La Responsabilidad Emocional es nuestra y para con nosotres mismes primero.


Descubramos nuestro anhelo, despejemos las heridas y no aceptemos otra cosa en su lugar.
Mirá cuánto para indagar y cuántas "no respuestas" vamos a tener que afrontar.
Y vos volviéndote loca porque un salame te clavó el visto?
NEXT!

Imagen: Patty Maher Photography


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