Su hijo menor lloraba desconsoladamente en el cuarto, Sleepless lo había retado harta ya de tantas interrupciones.
Hoy no se despegó de la computadora, hoy iba a ser un día triunfal para ella.
Desde las ocho de la mañana en que quedó sola por fin en su casa, Sleepless estuvo respondiendo preguntas en su foro.
Paró para poner la pava e ir al baño, pero no necesitaba más: mates, puchos y toda su destreza y frustración para sumar puntos y así destronar a su archienemiga del puesto de líder de la categoría televisión del foro.
Creó varias cuentas paralelas con las que hacía preguntas que ella respondía como Sleepless y obviamente se auto elegía como mejor respuesta.
Estaba tan cerca ya!! Contaba con la complicidad de dos amigos que se había hecho en el foro.Ellos se reían y la cargaban con que estaba obsesionada.
"Já, que se rían no más...pero el podio es mío", decía Sleepess con los ojos rojos mientras tipeaba una serie de insultos a otra usuaria.
Los personajes de este foro fueron penetrando en el día a día de Sleepless al punto tal de que la mayor parte del tiempo ella ensayaba formas de perjudicarlos.
Enviaba mails a las casillas de sus "rivales" insultándolos bajo otros nombres, también lo hacía con sus amigos para que no se levantaran sospechas de que fuera ella.
Poco a poco sus elucubraciones y manejos que la alejaban de su rutina gris y aburrida, la iban hundiendo en una furia roja en la que solo disfrutaba haciendo maldades y travesuras que saboreaba como si tuviera ocho años, pero con el peso de sus cuarenta.
Su hijo menor seguía llorando en el cuarto, lo que Sleepless no sabía y que nunca se iba a enterar era el verdadero motivo del llanto.
Nunca lo sabrá porque ella cree vivir para sus hijos, pero sus hijos hace rato que no pueden contar con su mamá.
Hace rato que mamá se pasea como un zombie por la casa tomando esas Rivotril con el vino que antes usaba para cocinar.Porque ya no cocina.Ya no charla. Ya no juega como antes. No se le puede contar nada, porque empieza a los gritos y pide que la dejen en paz.
Mamá ya no es tan linda como antes, ahora mira con odio.
Pero Sleepless estaba cada vez más radiante dentro de ese nuevo mundo, era la poronga del foro. Era quien mandaba, quien podía eliminarte o acobijarte bajo su ala si le eras fiel.
Ahora ella era Sleepless in Baires, su nombre real ya le sonaba ajeno.
Su vida real le era lejana.
Ella había vuelto a nacer poderosa y peligrosa en un mundo que la hacía sentir con veinte años otra vez, nadie le iba a sacar esto.
Ni sus abominables hijos ni Tito que entró y se quedó petrificado en la cocina...
Tito a esta hora...qué hora es? Las ocho de la noche!
Tuvo que pestañear varias veces para ubicarse.
Eran las ocho de la noche, el hijo mas chico había llegado del colegio a la una y el más grande a las cuatro, deben haber comido algo, supuso.
Tito estaba parado mirando el desastre de la cocina, con el maletín en una mano, el sobretodo en la otra: ollas, platos vasos, colador con restos de fideos de la noche anterior, un yoghurt por la mitad, la pileta llena de yerba...
Cierto, se había olvidado de los trastos de anoche.
A su lado, el cenicero repleto, el mate frío y la pava.
Estaba en problemas.
Tito dejó el maletín y el sobretodo y sin decir una palabra se puso a lavar los platos.
Ella sonrió por dentro, safó...y siguió tipeando.
Pensó que la discusión y los gritos vendrían cuando termine en la cocina...pero se sorprendió al ver la casa vacía después de perder nuevamente la noción del tiempo respondiendo preguntas.
Un papel sobre la cocina impecable decía:
Nos fuimos a comer afuera, los chicos no comieron nada desde anoche?
Cuando volvamos quiero saber qué carajos pensás hacer con tu vida y con la de tus hijos
Qué pelotudo, pensó Sleepless.
2 comentarios:
Que bueno que te destapaste, querida. Una genialidad que promete muchisimo. Me encanta. Gracias por llevarme de la mano adentro del post.
Usted y sus piropos...me los voy a terminar creyendo!
De Sleepless tengo mucho en borrador, pero ya le llegó el momento de salir a la luz parece!
Un abrazo, Chris.
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