Empecé la facultad.
Después de 14 años (catorrrrrceeee!!!) vuelvo a recorrer esas escaleras, esas aulas.
Qué lindo, me encanta. Estoy contenta con mi faceta estudiantil.
En mi casa estuve de refacciones, una pared de mi habitación filtraba agua asi que la hicieron otra vez.
Tuve que sacar todo, redistribuirlo en diferentes lugares de la casa y mudarme al escritorio provisoriamente.
Como ver tele en la cama me encanta,extrañé mucho al señor televisor, mucho.
Pero como tengo la compu, mi abstinencia duró poco: encontré el lugar perfecto para ver series y películas que tiene de todo y se ve muy bien.
Me ví la segunda temporada de Dexter ( está increíble) y ahora veo The Tudors.
http://www.seriesyonkis.com
Se las recomiendo, se pueden ver todas las series online, no hace falta descargar y tiene de todo. Es excelente.
En mi cumpleaños la pasé bárbaro,me divertí mucho, me emocioné con las cosas lindas que me dijeron y me desearon los amigos y sentí claramente que estaba comenzando un año nuevo, una etapa completamente diferente.
Me siento bien, siento que voy bien.
Y me compré unas zapatillas.
31 de agosto de 2008
19 de agosto de 2008
14 de agosto de 2008
Sleepless in Baires:Tu respuesta ha sido elegida como la mejor!
Su hijo menor lloraba desconsoladamente en el cuarto, Sleepless lo había retado harta ya de tantas interrupciones.
Hoy no se despegó de la computadora, hoy iba a ser un día triunfal para ella.
Desde las ocho de la mañana en que quedó sola por fin en su casa, Sleepless estuvo respondiendo preguntas en su foro.
Paró para poner la pava e ir al baño, pero no necesitaba más: mates, puchos y toda su destreza y frustración para sumar puntos y así destronar a su archienemiga del puesto de líder de la categoría televisión del foro.
Creó varias cuentas paralelas con las que hacía preguntas que ella respondía como Sleepless y obviamente se auto elegía como mejor respuesta.
Estaba tan cerca ya!! Contaba con la complicidad de dos amigos que se había hecho en el foro.Ellos se reían y la cargaban con que estaba obsesionada.
"Já, que se rían no más...pero el podio es mío", decía Sleepess con los ojos rojos mientras tipeaba una serie de insultos a otra usuaria.
Los personajes de este foro fueron penetrando en el día a día de Sleepless al punto tal de que la mayor parte del tiempo ella ensayaba formas de perjudicarlos.
Enviaba mails a las casillas de sus "rivales" insultándolos bajo otros nombres, también lo hacía con sus amigos para que no se levantaran sospechas de que fuera ella.
Poco a poco sus elucubraciones y manejos que la alejaban de su rutina gris y aburrida, la iban hundiendo en una furia roja en la que solo disfrutaba haciendo maldades y travesuras que saboreaba como si tuviera ocho años, pero con el peso de sus cuarenta.
Su hijo menor seguía llorando en el cuarto, lo que Sleepless no sabía y que nunca se iba a enterar era el verdadero motivo del llanto.
Nunca lo sabrá porque ella cree vivir para sus hijos, pero sus hijos hace rato que no pueden contar con su mamá.
Hace rato que mamá se pasea como un zombie por la casa tomando esas Rivotril con el vino que antes usaba para cocinar.Porque ya no cocina.Ya no charla. Ya no juega como antes. No se le puede contar nada, porque empieza a los gritos y pide que la dejen en paz.
Mamá ya no es tan linda como antes, ahora mira con odio.
Pero Sleepless estaba cada vez más radiante dentro de ese nuevo mundo, era la poronga del foro. Era quien mandaba, quien podía eliminarte o acobijarte bajo su ala si le eras fiel.
Ahora ella era Sleepless in Baires, su nombre real ya le sonaba ajeno.
Su vida real le era lejana.
Ella había vuelto a nacer poderosa y peligrosa en un mundo que la hacía sentir con veinte años otra vez, nadie le iba a sacar esto.
Ni sus abominables hijos ni Tito que entró y se quedó petrificado en la cocina...
Tito a esta hora...qué hora es? Las ocho de la noche!
Tuvo que pestañear varias veces para ubicarse.
Eran las ocho de la noche, el hijo mas chico había llegado del colegio a la una y el más grande a las cuatro, deben haber comido algo, supuso.
Tito estaba parado mirando el desastre de la cocina, con el maletín en una mano, el sobretodo en la otra: ollas, platos vasos, colador con restos de fideos de la noche anterior, un yoghurt por la mitad, la pileta llena de yerba...
Cierto, se había olvidado de los trastos de anoche.
A su lado, el cenicero repleto, el mate frío y la pava.
Estaba en problemas.
Tito dejó el maletín y el sobretodo y sin decir una palabra se puso a lavar los platos.
Ella sonrió por dentro, safó...y siguió tipeando.
Pensó que la discusión y los gritos vendrían cuando termine en la cocina...pero se sorprendió al ver la casa vacía después de perder nuevamente la noción del tiempo respondiendo preguntas.
Un papel sobre la cocina impecable decía:
Nos fuimos a comer afuera, los chicos no comieron nada desde anoche?
Cuando volvamos quiero saber qué carajos pensás hacer con tu vida y con la de tus hijos
Qué pelotudo, pensó Sleepless.
Hoy no se despegó de la computadora, hoy iba a ser un día triunfal para ella.
Desde las ocho de la mañana en que quedó sola por fin en su casa, Sleepless estuvo respondiendo preguntas en su foro.
Paró para poner la pava e ir al baño, pero no necesitaba más: mates, puchos y toda su destreza y frustración para sumar puntos y así destronar a su archienemiga del puesto de líder de la categoría televisión del foro.
Creó varias cuentas paralelas con las que hacía preguntas que ella respondía como Sleepless y obviamente se auto elegía como mejor respuesta.
Estaba tan cerca ya!! Contaba con la complicidad de dos amigos que se había hecho en el foro.Ellos se reían y la cargaban con que estaba obsesionada.
"Já, que se rían no más...pero el podio es mío", decía Sleepess con los ojos rojos mientras tipeaba una serie de insultos a otra usuaria.
Los personajes de este foro fueron penetrando en el día a día de Sleepless al punto tal de que la mayor parte del tiempo ella ensayaba formas de perjudicarlos.
Enviaba mails a las casillas de sus "rivales" insultándolos bajo otros nombres, también lo hacía con sus amigos para que no se levantaran sospechas de que fuera ella.
Poco a poco sus elucubraciones y manejos que la alejaban de su rutina gris y aburrida, la iban hundiendo en una furia roja en la que solo disfrutaba haciendo maldades y travesuras que saboreaba como si tuviera ocho años, pero con el peso de sus cuarenta.
Su hijo menor seguía llorando en el cuarto, lo que Sleepless no sabía y que nunca se iba a enterar era el verdadero motivo del llanto.
Nunca lo sabrá porque ella cree vivir para sus hijos, pero sus hijos hace rato que no pueden contar con su mamá.
Hace rato que mamá se pasea como un zombie por la casa tomando esas Rivotril con el vino que antes usaba para cocinar.Porque ya no cocina.Ya no charla. Ya no juega como antes. No se le puede contar nada, porque empieza a los gritos y pide que la dejen en paz.
Mamá ya no es tan linda como antes, ahora mira con odio.
Pero Sleepless estaba cada vez más radiante dentro de ese nuevo mundo, era la poronga del foro. Era quien mandaba, quien podía eliminarte o acobijarte bajo su ala si le eras fiel.
Ahora ella era Sleepless in Baires, su nombre real ya le sonaba ajeno.
Su vida real le era lejana.
Ella había vuelto a nacer poderosa y peligrosa en un mundo que la hacía sentir con veinte años otra vez, nadie le iba a sacar esto.
Ni sus abominables hijos ni Tito que entró y se quedó petrificado en la cocina...
Tito a esta hora...qué hora es? Las ocho de la noche!
Tuvo que pestañear varias veces para ubicarse.
Eran las ocho de la noche, el hijo mas chico había llegado del colegio a la una y el más grande a las cuatro, deben haber comido algo, supuso.
Tito estaba parado mirando el desastre de la cocina, con el maletín en una mano, el sobretodo en la otra: ollas, platos vasos, colador con restos de fideos de la noche anterior, un yoghurt por la mitad, la pileta llena de yerba...
Cierto, se había olvidado de los trastos de anoche.
A su lado, el cenicero repleto, el mate frío y la pava.
Estaba en problemas.
Tito dejó el maletín y el sobretodo y sin decir una palabra se puso a lavar los platos.
Ella sonrió por dentro, safó...y siguió tipeando.
Pensó que la discusión y los gritos vendrían cuando termine en la cocina...pero se sorprendió al ver la casa vacía después de perder nuevamente la noción del tiempo respondiendo preguntas.
Un papel sobre la cocina impecable decía:
Nos fuimos a comer afuera, los chicos no comieron nada desde anoche?
Cuando volvamos quiero saber qué carajos pensás hacer con tu vida y con la de tus hijos
Qué pelotudo, pensó Sleepless.
13 de agosto de 2008
Sleepless in Baires y el amor
Miró la hora, eran las cinco de la mañana.
En solo dos horas su marido y los chicos se estarían levantando para ir al trabajo y al colegio respectivamente.
Eso la enojó. La enojaba que todo tuviera que ser así, todos los días de su vida.
Siempre lo mismo, a las corridas y medio dormida cumpliendo con el rol de madre y esposa. Y nadie se detenía a decirle ni siquiera un simple "gracias".
Al contrario, quejas, quejas, quejas.
Su marido que dice que no hace nada en todo el día, sus hijos que cada vez quieren más de ella.
Los lleva a fútbol, los va a buscar, les hace los deberes, con sus propias manos les hace los souvenirs para sus cumpleaños, vive para ellos.
Que le guste tener un espacio donde ella solo sea Sleepless in Baires era lo menos que podía darse.
Un lugar donde no sea una madre de dos hijos varones ni una esposa ignorada por su marido, ni una amante dejada a un costada como hizo Raúl.
Raúl...no la llamó más. Él era su oxígeno, su ilusión, unas horas cada tanto que la devolvían a la vida.
Y los mensajitos de texto, las llamadas, los mails con tanto amor , con tantas palabras que la encendían al tipearlas.
Le enviaba cerca de cinco a diez mensajitos por día, él solo respondía algunos, porque estaba ocupado en su trabajo o porque en ocasiones estuviera la bruja de su mujer cerca...pero ella sabía que era adorada por ese hombre tan sexy y buenmozo.
Lo sabía o lo creía?
Tuvieron una discusión horas antes de que ella se fuera de vacaciones a San Bernardo este año.
Era la única oportunidad que tenían de verse y la ansiedad a ella le jugó una mala pasada. Quizo adelantar la hora a último momento para poder tener un poco más de él.
Él respondió que ya estaba acordado que fuera a las nueve, antes no podía.
Ella le dijo "si te importo vas a hacer lo imposible y vas a venir". A él no le cayó bien esa salida inmadura, ambos tenían responsabilidades, no son dos adolescentes escapándose de sus padres.
Ella insistió, mandando un mensaje por minuto que iban subiendo el tono de queja y agresión.Él no respondió nunca más.
Y ella todavía se pregunta por qué, si la pasaban tan pero tan bien juntos.
Si eran el uno para el otro.
Si ese era el amor de su vida.
Sleepless in Baires no se da cuenta que su hambre es agresivo.
Que su desesperación causa miedo o rechazo.
Sleepless in Baires cree que amar es consumir al otro hasta la última gota.
En solo dos horas su marido y los chicos se estarían levantando para ir al trabajo y al colegio respectivamente.
Eso la enojó. La enojaba que todo tuviera que ser así, todos los días de su vida.
Siempre lo mismo, a las corridas y medio dormida cumpliendo con el rol de madre y esposa. Y nadie se detenía a decirle ni siquiera un simple "gracias".
Al contrario, quejas, quejas, quejas.
Su marido que dice que no hace nada en todo el día, sus hijos que cada vez quieren más de ella.
Los lleva a fútbol, los va a buscar, les hace los deberes, con sus propias manos les hace los souvenirs para sus cumpleaños, vive para ellos.
Que le guste tener un espacio donde ella solo sea Sleepless in Baires era lo menos que podía darse.
Un lugar donde no sea una madre de dos hijos varones ni una esposa ignorada por su marido, ni una amante dejada a un costada como hizo Raúl.
Raúl...no la llamó más. Él era su oxígeno, su ilusión, unas horas cada tanto que la devolvían a la vida.
Y los mensajitos de texto, las llamadas, los mails con tanto amor , con tantas palabras que la encendían al tipearlas.
Le enviaba cerca de cinco a diez mensajitos por día, él solo respondía algunos, porque estaba ocupado en su trabajo o porque en ocasiones estuviera la bruja de su mujer cerca...pero ella sabía que era adorada por ese hombre tan sexy y buenmozo.
Lo sabía o lo creía?
Tuvieron una discusión horas antes de que ella se fuera de vacaciones a San Bernardo este año.
Era la única oportunidad que tenían de verse y la ansiedad a ella le jugó una mala pasada. Quizo adelantar la hora a último momento para poder tener un poco más de él.
Él respondió que ya estaba acordado que fuera a las nueve, antes no podía.
Ella le dijo "si te importo vas a hacer lo imposible y vas a venir". A él no le cayó bien esa salida inmadura, ambos tenían responsabilidades, no son dos adolescentes escapándose de sus padres.
Ella insistió, mandando un mensaje por minuto que iban subiendo el tono de queja y agresión.Él no respondió nunca más.
Y ella todavía se pregunta por qué, si la pasaban tan pero tan bien juntos.
Si eran el uno para el otro.
Si ese era el amor de su vida.
Sleepless in Baires no se da cuenta que su hambre es agresivo.
Que su desesperación causa miedo o rechazo.
Sleepless in Baires cree que amar es consumir al otro hasta la última gota.
9 de agosto de 2008
Mimando a Navidad
2 de agosto de 2008
La tristesse samedi
Mirando por la venta suspiró largamente. Todo su cuerpo se desinfló y se instaló en ella la tristeza.
Una tristeza que venía agazapada esperando el momento de salir a la luz.
Y apareció un sábado. Anticipándose en realidad, porque se supone que las tristezas como esta, salen a la superficie en los días domingo.
Todo marchaba bien, había buenas cosas en su vida. Conocía gente que estaba pasando malos momentos, ella misma había pasado momentos duros también. Pero no ahora.
Todo marchaba bien. Entonces por qué esa tristeza se estaba apoderando de su sábado oblígandola a meterse dentro de la cama con ropa y lagrimear con un capítulo de Cold Case?
Se dió lástima. Se vió patética.Eso no ayuda mucho para mejorar la situación.Se vio perdida, deprimida y derrotada.Se tapó con el edredón, se metió debajo de ese manto que la aislaba de todo y la hundía en una oscuridad tibia.Y lloró mientras su mente se desesperaba por saber el por qué y el resto de ella misma no tenía respuestas, sólo tristeza. Y entoces lloró...porque no tenía otra cosa más auténtica en ese momento.
Una tristeza que venía agazapada esperando el momento de salir a la luz.
Y apareció un sábado. Anticipándose en realidad, porque se supone que las tristezas como esta, salen a la superficie en los días domingo.
Todo marchaba bien, había buenas cosas en su vida. Conocía gente que estaba pasando malos momentos, ella misma había pasado momentos duros también. Pero no ahora.
Todo marchaba bien. Entonces por qué esa tristeza se estaba apoderando de su sábado oblígandola a meterse dentro de la cama con ropa y lagrimear con un capítulo de Cold Case?
Se dió lástima. Se vió patética.Eso no ayuda mucho para mejorar la situación.Se vio perdida, deprimida y derrotada.Se tapó con el edredón, se metió debajo de ese manto que la aislaba de todo y la hundía en una oscuridad tibia.Y lloró mientras su mente se desesperaba por saber el por qué y el resto de ella misma no tenía respuestas, sólo tristeza. Y entoces lloró...porque no tenía otra cosa más auténtica en ese momento.
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