11 de abril de 2008

Aflojando con la Kriptonita

En estos tiempos tan violentos y apocalípticos una se pone a pensar en cosas que quizás antes no hacía.
Es muy impresionante lo que pasa día a día.
Sin ni siquiera mirar el noticiero que es un regadero de malos augurios para todos (según los noticieros todo está mal, todo estará mal y nadie se salvará de la tragedia) sólo andando por la calle, conversando con la gente, viendo...
El nivel de violencia que todos cargamos es increíble, todo el mundo parece estar a dos grados de romper en ebullición. Eso nunca puede ser bueno.
Me pasa con gente a la que no conozco en demasiada profundidad pero una podría decir que es normal, digamos, no es una persona que conozco de toda la vida, pero conozco detalles de su vida privada y de su forma de pensar y parecen personas normales, sensatas, que se yo.
Las veo brotarse y enajenarse, tornarse violentas y psicópatas, como si fueran poseídas por algo ajeno que las desequilibra por unos minutos haciendo que toda la atmósfera se enrarezca.
Como en una película, como si todo se tiñera de rojo, exaltando la violencia latente en esos ojos desorbitados y esas manos temblorosas...Qué carajo nos pasa?
Si no es esa violencia, esos estallidos, es la queja.
La queja he descubierto que es mi kriptonita. Me debilita, me enferma.
Soy una persona de carácter, pero también soy sensible. Soy muy sensible. Y hay días que soy vulnerable como un bebé.
En unos de esos días de vulnerabilidad casi entro en crisis mal.
Juro que todas las personas con las que me crucé, por mail, por chat, por teléfono, personalmente, en el super, en la calle...todas se quejaban.
Pero esa queja absorvente, que te debilita que te succiona una especie de líquido vital imaginario, que te va sacando la vida!
No importa lo que digas, siempre la respuesta a eso es "no, porque...", "sí, pero..."
Parece una seguidilla de argumentos negativos sin lógica, sin reflexión...todo es una mierda y digas lo que digas es solo para refutartelo. El objetivo de esa "charla" es demostrar que todo es una mierda y que ellos son las víctimas del universo.
Mientras tanto yo me veo como un surtidor de nafta para que este otro personaje alimente su motor contaminante. Noooooo...!
Ahí viene la diferencia con alguien que está en una conversación real.
Alguien que escucha lo que decís y que se escucha lo que dice.
Que puede estar completamente abrumado, pero sabe reconocer cuando se está victimizando y sabe diferenciar una descarga o catarsis de una búsqueda de solución.
Que puede darse cuenta cuando hay un alguien que amorosamente presta su oído, su tiempo, su energía en acompañar ese momento, ya sea para que se desahogue o para darle una sugerencia o consejo.
Me llevó años aprender la diferencia.
Ahora prefiero que piensen que soy una yegua porque digo "stop".
Pero prefiero estar disponible para lo que más me gusta de los vínculos.
Porque me encanta, lo admito.
Me encanta sentir que algo que digo le hizo bien a una amigo/a, me hace sentir algo muy particular, algo como sanador, amoroso, nutritivo.
En esos momentos siento que sea lo que sea los que nos duele, todo va a estar bien.
Porque crecemos, porque tiene sentido, porque nos acompañamos, no sé...me estoy poniendo cursi me parece.
Pero bueno, también soy eso.
Una cursi vulnerable.

4 comentarios:

Librepensador dijo...

Me encantó la comparación de la queja con la kriptonita.
Tengo una teoría sobre las personas quejosas sin sentido, cuando uno por naturaleza está siempre buscandole lo negativo a todo, lo termina encontrando y por más pequeño que esto sea lo ve y siente magnificado por que su propia percepción ya está alterada de tanta "kriptonita".
Saludos

Ayoween dijo...

tal cual amigo! Así es...
Gracias por pasar, agregué tu espacio a mi lista así te visito seguido!

Serena dijo...

Pobre Ayoween... intentando nadar hacia la isla encantada en un mar de quejas y desasociego. Pero la isla existe! Y vos se ve que la encontrás de vez en cuando, en la mirada del que sí se deja atravezar por la buena onda y el amor.
Poder decir STOP es tan pero tan importante en esta época... Estamos viviendo el fin de los tiempos tal como los conocemos, o eso dijeron los mayas, y el que no pueda sutilizarse un poco va a quedar en el camino.
Lo que describis es lo que algunas escuelas llaman "vampiros de energía", que aunque suene un poco fantastico, describe exactamente lo que vos sentís con esa gente. Como que uno se pregunta si realmente tiene algo que hacer hablando con alguien así...

Anónimo dijo...

Navegando en las aguas de las afinidades, llego hasta aquí.

Si nadie está separado de nadie,
los vínculos son el gran secreto de aprendizaje y sanación...

Un gusto encontrarla, volveré a pasar