29 de julio de 2009

"Yo estoy al derecho dado vuelta estás vos!"

Cuando las cosas se estancan demasiado, hay que removerlas.
Abrir las ventanas cuando el aire está muy viciado, revolver con cucharita cuando el azúcar se va al fondo de la taza.
Cuando una está estancada, qué se hace?
Bueno, cuando me hago estas preguntas lo que hago y hacemos generalmente es acceder a esa alacena de conductas realizadas, aprendidas y repetidas.
El archivo de nuestras reacciones y acciones está plagado de excelentes movimientos, joyitas que nos han cambiado la vida tanto así también como pequeñas y aparentemente insignificantes respuestas que nos han dejado en pelotas o completamente despelotadas.
Mi archivo está colmado de ambas. Entonces cual amante del buen vino en su exquisita bodega, entrecerré un ojo y repasé con mi dedo índice la colección de Grandes Éxitos de Ayer, de Hoy y de Siempre.
Waw.
Hay que reconocer que tengo un espíritu rockero.
A juzgar por el historial me encanta cortar la monotonía a todo volumen y sin red.
Claro, en algún momento las grandes borracheras y las noches que se convertían en mediodías eran una posibilidad.
No es que hoy no lo sean, pero las consecuencias de semejante movida ya no entran dentro de lo que tengo ganas de vivenciar.
Que me va a cambiar la energía, sí, sin duda, pero si me va a dejar dos días hecha un trapo, con resaca, dolor de cabeza, culpa y quien sabe que otro remordimiento, no, gracias.
Los viajes repentinos también fueron descartados, apenas cuento con monedas para tomar un bondi, New York, la costa bonaerense o Córdoba son lujos que no me puedo brindar.
Entonces tuve que bucear un poquito más en lo que estaba buscando, qué era lo que quería, cuál es el efecto esperado?
Darme vuelta. Las cosas y yo, estamos al revés, nada encaja con nada.
Y lo peor es que el escenario que presenta una situación tal es por supuesto caótico, de mal gusto, las piezas no encajan, los colores no combinan, no se puede pasar, no circula el aire y nada está en su lugar.
Eureka.
Sin darme cuenta estaba describiendo mi hábitat.
Así que como pintó, me puse a cambiar todos los muebles de lugar.
Di vuelta todo. Nada quedó como estaba. Todo es diferente.
Capítulo aparte será el proceso, una encuentra cosas que creía olvidadas y descubre otras de las que desconocía su existencia. Tirar lo viejo e inventar algo nuevo.
Y así fue cómo me dí vuelta.
Encontré más espacio, más orden y se me ocurrieron más cambios.
Y bueno, a esta altura una se da vuelta como puede, che.

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